jueves, 8 de diciembre de 2011

Mañana puede ser muy tarde~




Había una vez... un chico que nació con cáncer. Un cáncer
que no tenía cura.
Con diecisiete años, podría morir en cualquier momento.
Siempre vivió en su casa, bajo el cuidado de su madre. Ya estaba
harto y decidió salir solo por una vez. Le pidió permiso a su
madre, y ella aceptó.
Caminando por su calle, vio muchos comercios. Al pasar por
una tienda de música, y al mirar hacia el mostrador, observó la
presencia de una niña muy tierna de su misma edad.
Fue amor a primera vista.
Abrió la puerta y entró, sin mirar nada que no fuera ella.
Acercándose poco a poco, llegó al mostrador donde ella se encontraba.
Lo miró, y le dijo sonriente:
—¿Te puedo ayudar en algo?
Mientras, él pensaba que era la sonrisa más hermosa que había
visto en toda su vida. Sintió el deseo de besarla en ese mismo
instante.
Tartamudeando, le dijo:
—Sí. iEhl [Hmmml... Me gustaría comprar un CD —sin
pensar, tomó el primero que vio y le dio el dinero.
—¿Quieres que te lo envuelva? —preguntó la niña, sonriendo
de nuevo.
Él respondió que sí, moviendo la cabeza; y ella fue a la trastienda
para volver con el paquete envuelto y entregárselo. Él lo
tomó y salió de la tienda. Se fue a su casa, y desde ese día en
adelante visitó la tienda todos los días para comprar un CD.
Siempre se los envolvía la niña para luego llevárselos a su
casa y colocarlos en su closet. Él era muy tímido para invitarla a
salir y, aunque lo intentaba, no podía.
Su mamá se enteró de esto e intento animarle a que se atreviera;
así que, al siguiente día, se armó de coraje y se dirigió a la
tienda. Como todos los días, compró un CD; y como siempre,
ella se fue a la trastienda para envolverlo. Él tomó el CD y, mientras
ella no estaba mirando, rápidamente dejó su teléfono en el
mostrador y salió corriendo de la tienda.
«[[Rinnng!!» Su mamá contestó.
Bueno. [Era la niña!
Preguntó por su hijo y la madre, desconsolada, comenzó a
llorar, mientras decía:
—¿Qué? ¿No sabes? Murió ayer.
Hubo un silencio prolongado, excepto los lamentos de su
madre. Más tarde, la mamá entró en el cuarto de su hijo para
recordarlo. Ella decidió empezar por ver su ropa, así que abrió
su closet. Para su sorpresa, se topó con montones de CD envueltos.
Ni uno estaba abierto.
Le causó curiosidad ver tantos y no se resistió; tomó uno y
se sentó sobre la cama para verlo; al hacer esto, un pequeño pedazo
de papel salió de la cajita plástica. La mamá lo recogió para
leerlo, y decía:
«[Hola! Estás superguapo, ¿quieres salir conmigo?
»TQM (Te Quiero Mucho), Sofía.»
De tanta emoción, la madre abrió otro y otro pedazo de papel
en varios CD, y todos decían lo mismo.


Blue~

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